Tras la publicación de una nueva ley en Chile, que obliga a todos los espacios públicos a contar, desde septiembre de 2021, con Desfibriladores Externos Automáticos (DEA) portátiles, debidamente señalizados cada 150 metros como máximo en accesos libres de obstáculos, para su uso cuando sea requerido. Un DEA es un dispositivo que analiza el ritmo cardíaco, identifica arritmias mortales y administra una descarga eléctrica de manera segura, por lo que su uso es fundamental para lograr que un corazón vuelva a latir.
El área de Planificación y Gastos Operacionales de la estatal chilena, realizó la definición del alcance del proyecto y la estrategia de adquisición. “Nos emocionó mucho comenzar a trabajar y participar en la búsqueda de estos elementos, que te permiten tener un equipo médico de alta complejidad que pueden salvar una vida. Ojalá que nunca se ocupe, pero eleva la condición de seguridad del servicio de nuestra Red, tanto para nuestros trabajadores como para los clientes”, dijo nuestro Jefe de Planificación de Contratos y Gastos Operacionales, Gonzalo Sierra.
“Nosotros ya teníamos desfibriladores en manos de los paramédicos ubicados en distintas estaciones, pero ahora los vas a tener a mano y se podrán usar antes de que llegue el paramédico. Estos minutos son vitales en una emergencia”, agregó Gonzalo. Son 235 desfibriladores, de los cuales 229 se instalaron en todas las estaciones de Metro de Santiago, talleres y en el Edificio Corporativo; y el resto está pensado para reponer rápidamente en caso de que alguno presente fallas.