Es un hito trascendental para el desarrollo del proyecto de Línea 7 de Metro de Santiago. Gracias a un comprometido y metódico trabajo, la filial chilena obtuvo la aprobación del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) para este nuevo trazado, que en unos años unirá a las comunas de Renca y Vitacura en la capital de Chile. Esta resolución fue entregada este martes 13 de julio por la Comisión de Evaluación Ambiental (CEA).
El EIA es el principal documento que permite a la autoridad determinar, antes de la ejecución de un proyecto, si éste se hace cargo o no de los potenciales impactos ambientales significativos. Por eso, esta Resolución de Calificación Ambiental (RCA) positiva es tan importante, pues es la luz verde para comenzar los trabajos relacionados a las obras civiles, es decir, la construcción.
“Estamos muy contentos. Para Metro es una excelente noticia, porque significa que hicimos las cosas bien y para la ciudad también es una muy buena noticia, pues en unos años más vamos a tener la nueva Línea 7 operando con todos los beneficios que eso significa para las personas y, un punto muy importante, en armonía con el medio ambiente y las necesidades de las comunidades”, dijo nuestro Gerente de la División de Proyectos, Felipe Bravo.
Por su parte, el Gerente Corporativo de Ingeniería, Rodrigo Terrazas, destacó: “La obtención de la RCA para L7 es un hecho muy relevante y que corona varios años de trabajo de muchas gerencias de nuesta empresa, quienes colaborativamente han logrado este importante hito. Sin duda, ha habido un arduo trabajo de los equipos que, en forma constante y muy profesional, han ido avanzando en las etapas necesarias para ir haciendo realidad poco a poco la Línea 7”.
Esta RCA se da luego de dos años de tramitación desde que el EIA fue ingresado al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA). Sin embargo, la etapa previa de preparación significó un trabajo de diversas áreas desde el año 2017. a través del desarrollo de la ingeniería y la arquitectura elaboraron documentos y planos, incluyendo todos los requerimientos técnicos, medio ambientales, sociales, legales, y constructivos, entre otros, de modo que toda esta información respaldara la solicitud del EIA. “La mirada y participación multidisciplinaria de las distintas gerencias de Metro, el trabajo cercano con las autoridades comunales, regionales, los vecinos y, en general, con toda la comunidad, hizo que el proyecto de Línea 7 lograra su aprobación ambiental” señaló Héctor González, el Gerente de Ingeniería, Obras Civiles y Arquitectura del Metro de Santiago.
Sobre los vínculos con las comunidades, la Subgerente de Relaciones con la Comunidad y Stakeholders, Mariela Las Heras, se refirió a la fructífera interacción con los grupos de interés durante este proceso. “La capacidad y disposición al diálogo interno y con nuestras comunidades fue fundamental. Era un proceso que conllevaba varios desafíos nuevos para todos y logramos, por ejemplo, incorporar la participación ciudadana anticipada con los distintos grupos de actores e incorporar los resultados para robustecer la elaboración de EIA, siendo esto una mejora con respecto a proyectos anteriores”, destacó.
La Línea 7 de Metro de Santiago contempla un trazado de 26 kilómetros a través de 19 estaciones. Atraviesa siete comunas de la capital chilena: Renca, Cerro Navia, Quinta Normal, Santiago, Providencia, Las Condes y Vitacura. De ellas, Renca, Cerro Navia y Vitacura se incorporan por primera vez a la red de Metro. Línea 7 beneficiará a cerca de un millón 365 mil habitantes, permitirá descongestionar la Línea 1 y el tiempo de viaje esperado entre las estaciones terminales se estima que sea de 43 minutos, lo que implica una reducción del 54% respecto de lo que ese trayecto tarda actualmente (cerca de 80 minutos). Se inaugurará en 2027.