BARCELONA, ESPAÑA.- El metro de Barcelona ha dado un paso de gigante en su extensión a nuevos centros de actividad en el área metropolitana, así como en la adopción de las tecnologías más punteras para la calidad y la sostenibilidad del transporte urbano ferroviario. La línea 9 Sur ya es una realidad desde el 12 de febrero, y los ciudadanos del sector sur metropolitano cuentan con un transporte moderno para su movilidad cotidiana, que incorpora a la red de alta capacidad barrios residenciales, polígonos industriales, universidades, el recinto ferial de Gran Vía y las dos terminales aeroportuarias.
Este nuevo tramo de la L9, de casi 20 kilómetros de longitud y 15 estaciones, todas accesibles a personas con movilidad reducida, conecta la Zona Universitaria con la T1 del aeropuerto de Barcelona – El Prat en 32 minutos, con una frecuencia básica de 7 minutos los días laborables. Como novedad, la oferta de servicio diseñada para TMB prevé refuerzos en bucle añadidos al carrusel básico, para conseguir intervalos de menos de 4 minutos en trayectos parciales con motivo de puntas de demanda.
Flexibilidad y seguridad
Esta adaptación de las frecuencias en función de la demanda es una de las ventajas de la conducción automática que se ha implementado en toda la L9, junto con la elevada seguridad que proporcionan los sofisticados sistemas de control y la existencia de puertas de andén para separar el espacio de los pasajeros y los trenes. Barcelona fue pionera en 2009 al adoptar la automatización integral (trenes y estaciones) en el ramal de la L9 Norte, y ahora consolida su liderazgo en España (sigue siendo el único metro automático existente) y a nivel global, como integrante del restringido club de los metros pesados con tecnología driverless.
La apertura de la L9 Sur comporta que 30,5 km de la red de metro funcionen con el más alto nivel de automatización, GoA4, con lo que Barcelona se sitúa como referente internacional en la tendencia hacia la implantación de soluciones automatizadas en los metros de nueva construcción e incluso en las remodelaciones de líneas antiguas.
El metro automático más largo estrenado en Europa
En este sentido, el hito del 12 de febrero adquiere una doble relevancia desde el punto de vista de TMB, ya que supone un crecimiento del orden del 20% en la dimensión de la red de metro —nunca en 90 años se habían puesto en servicio casi 20 kilómetros de vez— y es también la primera vez que en Europa se estrena una línea automática tan larga. Al mismo tiempo, el 25% de la red de metro de Barcelona será de conducción automática.
Aún hay más novedades: un avanzado sistema de información al usuario, conectado automáticamente a los trenes; la existencia de una tarifa especial para los viajes con inicio o final en Aeropuerto T1 y Aeropuerto T2, la validación de salida en estas estaciones y la existencia de máquinas de venta del billete especial de aeropuerto en el interior de las líneas de peaje.
La demanda estimada del nuevo tramo de metro es de 23 millones de viajes anuales. Para el Gobierno catalán, promotor y titular de la infraestructura, ha supuesto una inversión de 2.899 millones de euros.
La L9 Sur en cifras