CHINA QUIERE INVERTIR HASTA 53 BILLONES DE DÓLARES EN BRASIL Martes, 12 de Mayo de 2015

SAO PAULO – BRASIL.- Una lista de casi 60 proyectos de inversión, incluyendo  obras de infraestructura e instalaciones industriales, por un valor de hasta 53 mil millones de dólares, acompañará al Primer Ministro de China, Li Keqiang (se pronuncia Li Ketchiang) en su visita a Brasil, durante la próxima semana.

 

La lista es considerada por los chinos como una “cosecha temprana” (early harvest) del acuerdo que será firmado por Li para la “cooperación para promoción del desarrollo y la capacidad productiva”. Por el lado brasileño, uno de los mayores intereses es la inversión en ferrocarriles, donde se encuentran algunos de los principales proyectos apreciados por los chinos.

 

El interés chino en dar mayor coordinación a la cooperación bilateral reproduce, en Brasil, iniciativas similares del gobierno de Xi Jinping en otros países, como en México.

 

Li Keqiang, como primer ministro, es el principal responsable de los temas económicos en el esfuerzo de China por expandir su influencia a través del mundo. Para Brasil, la oferta llega en un momento de dudas sobre el financiamiento de las obras de infraestructura necesarias para el país y sobre la capacidad del sector público para realizar las inversiones indispensables para la reanudación del crecimiento económico.

 

El sector de energía es, con mucho, el principal objetivo de los chinos, con proyectos previstos que suman casi 33 mil millones. Dentro de ese paquete se encuentran 27 proyectos, algunos ya en construcción, como los casi 2 mil millones de la I etapa de las líneas de transmisión de la hidroeléctrica de Belo Monte, y otros de interés para China, como la segunda etapa de la transmisión de Belo Monte (De aproximadamente $2,5 mil millones de dólares), una hidroeléctrica, una termoeléctrica, parques eólicos y otras líneas de transmisión.

 

El sector de energía es el principal objetivo de los chinos. Los nueve proyectos de infraestructura carretera y logística representan alrededor de 16 mil millones de dólares, y tiene a los ferrocarriles (Con más de $7,5 mil millones de dólares, agregando las líneas de metro) como proyecto emblemático del Palacio de Planalto. Los proyectos incluyen una línea ferroviaria que une Vitoria (ES) a Rio y tramos ferroviarios en Mato Grosso destinados a conformar el enlace bioceánico entre el Atlántico y las costas peruanas del Pacífico.

 

Evidentemente, no todo lo que se ha anunciado puede ser contabilizado por su valor nominal. Hay promesas, proyectos que dependen de licitación y, en la lista de “cosecha temprana” de los chinos se encuentran, por ejemplo, proyectos ya anunciados, como la ampliación de las instalaciones de fabricación de Sany, importante productor de equipo pesado.

 

La empresa, hace unos dos años, amenazó con cancelar una fábrica planificada para Jacareí; en 2014 retomó el proyecto que ahora está en la lista con una previsión de 170 millones. La cosecha china tiene al menos una fruta dudosa, el proyecto de fabricación de un minicar en colaboración con la organización nacional Skill Participações, con la cual los chinos de DFM ya firmaron un contrato por 10 millones.

 

Una misión de empresarios estuvo la semana pasada en China, participando de una feria de alimentos, y técnicos del ministerio de Agricultura fueron al país a negociar los protocolos de liberación de la importación de carne brasileña y de procedimientos rápidos (“fast track” para habilitación de aproximadamente 20 frigoríficos, que ya tienen adelantado el proceso de certificación por las autoridades chinas.

 

Brasil exporta carnes a China, a través de Hong Kong, lo que reduce las ganancias del producto brasileño e impide la consolidación de marcas en el promisorio mercado chino. La apertura de las ventas directamente a China es una de las prioridades de la Agencia Brasileña de Promoción de Exportaciones (Apex), que, contando con la liberación a las importaciones después de la visita de Keqiang, ya planea para junio una misión empresarial y política para promover el producto brasileño con autoridades e incluso asociaciones de consumidores chinos.

 

Esos movimientos entre Brasil y China ocurren de forma paralela con una impresionante ofensiva china junto a otros países del grupo BRIC (con India, Rusia y África del Sur). Pero ese es tema para otro artículo. Sergio Leo es periodista y especialista en relaciones internacionales de la UNB. Es autor del libro “Ascensión y Caída del Imperio X”, lanzado en 2014. 

 

Fuente: Valor en Línea.