Mientras los bonaerenses sufrían las
consecuencias del paro, la presidenta de Argentina, Cristina
Fernández, y el alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, cruzaban
fuertes críticas y se responsabilizaban mutuamente de haber
originado la huelga.
Macri rechazó este miércoles el
traspaso a su órbita del servicio de metro de la ciudad, que había
sido anunciado a finales del pasado año, después de que la ministra
argentina de Seguridad, Nilda Garré, ratificara que desde hoy
retiraría a la Policía Federal de la vigilancia de las
estaciones.
Nada más conocer la decisión del
alcalde, los trabajadores del metro convocaron a una huelga por
cuestiones de seguridad.
“No me cabe en la cabeza lo que hizo
Macri. Nunca vi a alguien que le tire por la cabeza a otro un
contrato que había firmado hace 90 días. Me encuentro muy
sorprendida”, se ha quejado hoy la presidenta en el
Parlamento.
Fernández, que se preguntó si Macri
cree que es “alcalde de Nueva York”, ha trasladado el conflicto a
la autoridad municipal al anunciar que prolongará durante un mes
más la presencia de la policía federal en las instalaciones del
subterráneo.
“Esto es poco serio. No se puede andar
devolviendo el metro en una conferencia de prensa como si fuera un
par de zapatos”, se ha quejado la mandataria, quien ha dicho que el
Gobierno ha gastado más de 1.300 millones de dólares en ocho años
en obras del metro.
Unas horas antes, Macri había acusado
al Gobierno de Fernández de ser “excesivamente centralista” y había
reclamado coordinación en el sector del transporte público, en el
centro de la polémica tras el accidentes del tren en una estación
del centro de la capital que causó 51 muertos la semana
pasada.
“El Gobierno nacional sigue teniendo
una actitud excesivamente centralista, concentrando recursos y
decisiones. Cuando un gobernador no es oficialista, la provincia es
discriminada y padece las consecuencias”, según el
alcalde.
Además ha cuestionado las “medidas
unilaterales” del Gobierno en temas como la seguridad y ha
reclamado: “Señora presidenta: hágase cargo de la seguridad de la
ciudad o de lo contrario pásele a Buenos Aires los recursos”, en
referencia al traspaso a su administración de la Policía
Federal.