Metro de Quito: El Labrador, estación vital para el transporte en el norte de la urbe Lunes, 24 de Marzo de 2014

El burgomaestre recalcó además que su administración ha diferido los tres contratos grandes que están pendientes por suscribirse para que el plan del Metro continúe ejecutándose, los cuales sustentarán la construcción de la Fase 2, la fiscalización de esa etapa, y la compra del material rodante.

Barrera aseguró que “los tres contratos están absolutamente listos y encaminados” para que el futuro alcalde disponga cuál será el destino del Metro de Quito e, igualmente, desmintió que el proyecto vaya a requerir un subsidio por la tarifa que se fijaría para el servicio. “Nosotros tenemos el estudio de factibilidad operativa y financiera que establece que los costos operativos son menores que la recaudación”, destacó.

Finalmente señaló que la construcción de la estación El Labrador constituye una infraestructura estratégica para la dinamización del transporte del norte de la ciudad, pues abarcará, en superficie, una terminal del Metro más una nueva del Trolebús que reemplazaría a la que actualmente funciona en ‘La Y’. Además, allí iniciaría un corredor exclusivo de transporte previsto a que se extienda hasta la parroquia de Calderón.

Una infraestructura que se afianza paulatinamente

La edificación de la estación de El Labrador del Metro de Quito actualmente presenta un avance del 58%. La obra ya ha construido 110 pantallas que configuran las paredes de la estación subterránea, así como la losa de superficie que tiene una dimensión total de 4.200 m2. También se han levantado 184 pilotes de sustento de la obra.

Actualmente se lleva a cabo la construcción de la losa del vestíbulo de acceso, el primer nivel subterráneo de la estación. También se ponen a punto los ingresos desde la estación de transferencia de superficie y se trabaja en el fondo de saco, por donde ingresará una de las tuneladoras que se pondrán en marcha con la Fase 2.  Las excavaciones de tierra, cuya evacuación se efectúa a través de una rampa destinada para esa tarea, son permanentes porque la parte subterránea de la terminal debe alcanzar alrededor de 21 metros de profundidad, hasta el nivel por donde se movilizarán los trenes. La ejecución de la obra está a cargo de la empresa española Acciona Infraestructuras y concluiría en los meses finales del presente año.

La estación de El Labrador se localiza en el extremo sur de lo que fue el aeropuerto Mariscal Sucre, ahora Parque Bicentenario. Allí existirá una terminal intermodal de superficie donde se concentrarán los sistemas de transporte del noroccidente y nororiente de Quito, incluidos BRT’s (Buses de Tránsito Rápido), corredores exclusivos y buses convencionales. Asimismo, allí se instalará la nueva estación norte del Trolebús, que hoy en día se ubica en el sector de ‘La Y’. “El Metro es uno de los actores del Sistema Integrado de Transporte que requiere la ciudad”, señaló Édgar Jácome, el Gerente de la Empresa Pública Metropolitana Metro de Quito.

La infraestructura dispondrá de andenes para la ubicación de terminales para los autobuses, aceras para el desplazamiento de los pasajeros hacia las calles aledañas, interconexión a la plataforma de servicios del sector, alumbrado público, señalización, sistemas de seguridad para los usuarios, entre otras facilidades. La  terminal tendrá 4 ingresos: por la avenida Amazonas, por la avenida Galo Plaza y dos por el interior de los desembarcaderos del intercambiador de superficie.

La zona subterránea contará con accesos mediante escaleras fijas y mecánicas, ascensores adaptados para las personas con capacidades reducidas, salida de emergencia, vestíbulo, cuartos técnicos, una subestación eléctrica, pozos de compensación y ventilación. A un extremo de la línea del Metro, debajo del intercambiador en superficie, existirá un espacio para el giro de los trenes, conocido como fondo de maniobras.

La estación de El Labrador es parte de la Fase 1 del proyecto del Metro de Quito, junto con la estación de La Magdalena. Ambas infraestructuras son las primeras en ser construidas porque proveerán el espacio para que ingrese la tuneladora y las terminales de superficie de cada una pueden empezar a operar antes de que finalice el proyecto completo.