El gobierno porteño extendió por
dos años el contrato para operar el subterráneo de la ciudad de
Buenos Aires a la empresa Metrovías,
del grupo Roggio, aunque con menos poder que el contrato original
que la compañía tenía con la Nación y que incluía la explotación
del Ferrocarril Urquiza.
Luego de hacerse cargo del servicio
de este transporte público a principios de este año, la empresa
Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del
Estado (Sbase) firmó ayer el contrato por el cual las
inversiones y obras de expansión serán manejadas por la empresa
estatal.
Así lo confirmó ayer el presidente
de Sbase, Juan Pablo Piccardo, quien detalló que por la operación
del servicio y el mantenimiento de los trenes y estaciones Metrovías recibirá en concepto de subsidio
690 millones de pesos al año.
“Se hizo un análisis de costos y se
determinó que la empresa tiene 4034 personas asignadas al
subterráneo, así como el costo para el mantenimiento del sistema y
de otros gastos de administración, energía y seguros”, explicó el
funcionario a LA NACION.
El monto del subsidio representa el
53 por ciento del presupuesto anual que tiene asignado el subte
para su funcionamiento y que, según Sbase, asciende a 1300 millones
de pesos. Y está calculado sobre la base del actual precio del
pasaje que es de $ 2,50. Cabe recordar que un amparo judicial
impidió el aumento propuesto por el Poder Ejecutivo de llevar el
pasaje a $ 3,50, lo que disminuiría en 250 millones de pesos el
monto que tiene que aportar el Tesoro porteño.
“Es un paso adelante en la gestión
del subterráneo para mejorar la seguridad y la calidad de servicio
al usuario. A partir de ahora, el operador se concentrará en la
operación de trenes y el mantenimiento”, agregó Piccardo.
El nuevo contrato también deja a
Sbase la administración de todos los ingresos extras, que antes
percibía Metrovías, tales como la publicidad, los locales
comerciales y la fibra óptica. Según las cifras difundidas por la
empresa durante la discusión legislativa, ese monto representaba,
aproximadamente, el 2% de los ingresos. El Centro de Atención de
Reclamo a los pasajeros también dependerá de Sbase.
La prórroga de la concesión, que se
firmó a cuatro días de que se venciera el plazo para determinar si
seguía o no el actual prestatario, incluye la posibilidad de una
prórroga por un año más, período por el cual se extiende la
declaración de emergencia del servicio, establecida por la
Legislatura.
Sanciones
Para Piccardo, uno de los puntos
fundamentales que agrega el nuevo contrato es la posibilidad de
sancionar con multas directas a la concesionaria si no cumple con
estándares de seguridad necesarios. “Lo más importante que cambia
es que hay un sistema de penalidades directas de hasta 40 millones
de pesos. Habrá inspectores especializados en 2500 puntos de
observación, que están determinados y que tienen que ver
directamente con la seguridad operativa. Queremos que la gente
viaje mejor y el contrato es un instrumento para eso. Creemos que
con la capacidad técnica bien conducida y bien controlada la
empresa puede generar una transformación. El estándar de calidad
que buscamos es el que hoy tienen los trenes y las estaciones de la
renovada línea A”, agregó Piccardo.
También se hará un fuerte hincapié
en la limpieza y en la seguridad de las estaciones, indicó el
funcionario.
Joaquín Acuña, director de
Metrovías, dijo ayer: “El nuevo contrato sienta las bases para
desarrollar un plan de mejora sostenida que permita brindar un
servicio de calidad y eficiencia. La empresa se encuentra
comprometida con estos objetivos y dispuesta a brindar todo su
apoyo técnico para viabilizar los proyectos que impulse el gobierno
de la ciudad en los próximos años”.
La concesión para operar los subtes
que había quedado en manos del Grupo Roggio a principios de los 90
tenía atada la explotación del ramal Urquiza.
En 2012, tras la firma de un acta
acuerdo, el subsidio mensual que recibía la empresa ascendía a 60
millones de pesos, aportados por el gobierno nacional y el de la
Ciudad en partes iguales. Desde enero de este año, el gobierno
porteño tomó el control del subterráneo.
La administración del
subterráneo
La operación del servicio asciende
a 1300 millones de pesos